Quino (Mafalda) Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades

 

Muy merecido este premio a un hombre que, con sus viñetas, nos enseñó a tantos y tantas a sonreír, a mirar a esos niños y compartir con ellos lo que pasa en este mundo. Cincuenta años ha cumplido Mafalda y sigue tan vigente como si la hubieran creado hace unos años. En mi casa mis hijos la leyeron en un formato de libritos pequeños que comprábamos con verdadera ilusión. Mis nietos tienen en mi casa unas recopilaciones preciosas. Mi nieta Frida empieza a leerlos y le encantan. Esa es la magia de estas viñetas.

Frida leyendo Mafalda
Frida leyendo Mafalda

Yo recuerdo leerlos por la noche, eran mis viñetas preferidas junto con los cómics de Asterix y Obelix, pero Mafalda era siempre la preferida.

 

Leo leyendo Mafalda
Leo leyendo Mafalda

Quién no ha disfrutado de esas viñetas maravillosas, de esa Mafalda rebelde, entendiendo el mundo desde un punto de vista muy político, y su pandilla de amigos, ese Manolito descendiente de españoles, o Susanita pensando en casarse siempre. Es maravilloso.

Quino editó su primera tira en el año 1954 y termina el 25 de junio de 1973.

Nosotros viajamos a Argentina en el año 1980, tiempos negros para ese país. Vivimos allí tres años en una ciudad del noroeste, Santiago del Estero. Esos tres años me sirvieron para conocer muy bien ese país con ayuda de amigos entrañables que nos ayudaron en todo y nos enseñaron el folclore, la comida y sobre todo a amar ese país.

Cerca de nuestra casa había un pequeño quiosco donde yo compraba todos los días o semanas cualquier periódico o revista que viniera de España y por supuesto cuando el señor del quiosco tenía algún librito de Mafalda me lo vendía oculto entre las hojas de la revista. Esos libritos aún los conservamos.

Por todo esto mi alegría por este premio tan merecido.